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Es evidente que su uso para la prevención de complicaciones puede ser una herramienta interesante, sin embargo no existe un consenso entre los profesionales del sector acerca de si su uso es fundamental o no para una buena practica clínica.
Si imponemos el criterio científico sobre las tendencias o modas del mercado, si que hay una serie de artículos que nos gustaría discutir para aclara dudas y mitos relacionados con esta nueva tendencia.
Las imágenes que pueden adquirirse utilizando ultrasonido o ecografías han sido, y son, fundamentales en la elaboración de un buen diagnostico en Medicina Estética, aportando información complementaria y extremadamente importante para la práctica clínica (Cral W., 2021; Grippaudo et al, 2010; 2011). Estas imágenes son de gran utilidad a la hora de “visualizar” variaciones anatómicas, polimorfismos vasculares o presencia de rellenos previos, permanentes o no, aplicados en el área donde vamos a realizar un tratamiento. Paralelamente se ha empezado a instaurar el uso de las imágenes como guía para la aplicación de procedimientos faciales, en especial de los rellenos dérmicos de ácido hialurónico.
Entre sus principales ventajas están:
En los procedimientos estéticos hay que tener presente que existen áreas faciales de mayor complejidad donde el médico estético ha de ser extremadamente cuidadoso para evitar complicaciones por su complejidad vascular, lo que conlleva a un mayor riesgo de efectos adversos y complicaciones que pueden evolucionar hasta una necrosis del área tratada. Es en estas áreas donde el ultrasonido puede ser de gran ayuda para el inyector, permitiendo evaluar el tejido subcutáneo y los vasos adyacentes, posibilitando establecer zonas seguras, evitando consecuencias adversas como pueden ser procesos isquémicos o necróticos del tejido epitelial (Wortsman X., 2015).
La correcta localización de estructuras musculares y vasculares permite agregar precisión, seguridad y éxito a los procedimientos estéticos. Sin embargo, se requiere siempre un buen manejo de la anatomía facial, no pudiendo ser sustituido este conocimiento por el uso de ultrasonido.
Imagen del curso de Anatomía Aplicada a la Medicina Estética (CAAME), curso realizado en la sala de disección de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), donde se ejerce sobre piezas de cadáver fresco.
El ultrasonido también es una herramienta útil para la correcta identificación y caracterización de complicaciones que pudieran presentarse post intervención, como puede ser la presencia de edema, inflamación o procesos alérgicos desencadenados por la aplicación de rellenos faciales (Wortsman X., 2015). En este sentido, si un paciente necesita una tratamiento con hialuronidasa por ejemplo, después de un procedimiento estético con acido hialurónico, la identificación del punto exacto de inyección puede ser beneficioso para la resolución del problema de forma mas rápida y eficiente (Quezada-Gaón, N., & Wortsman, X., 2016; Habib et al., 2020).
En la actualidad, ha surgido un movimiento dentro de la medicina estética que aboga por el uso simultaneo del ultrasonido y la inyección de rellenos faciales (Desyatnikova, 2022). Estos procedimientos se conocen como protocolos eco guiados. Estos requieren que el profesional utilice un aparatos portátiles de ultrasonido que permitan una correcta manipulación o la asistencia de un auxiliar durante el procedimiento de inyección. Si bien ofrece la ventaja de poder visualizar a tiempo real la zona, permitiendo establecer el plano de aplicación, presenta como desventaja el requerir de una gran destreza por parte del inyector, sumado al agregar mayores molestia y tiempo de duración del procedimiento para el paciente durante la aplicación. Además, requiere un gran conocimiento por parte del manipulador que le den la posibilidad de interpretar las imágenes al mismo tiempo en los que esta inyectando.
Para poder incorporarlo a una consulta de medicina estética se deben evaluar:
Mas allá de las características y propiedades físicas del equipo, hay que tener presente la contaminación del área de trabajo que puede ocurrir en los procedimientos. Al utilizar los protocolos eco guiados, hay que tener especial cuidado para no generar contaminaciones del área de trabajo o producir algún tipo de alergia o reacción en la piel por la aplicación de los geles necesarios para la correcta adquisición de las imágenes ultrasónicas. Si el manipulador no es lo suficientemente experimentado, la manipulación del equipo en simultáneo con la aplicación puede generar más problemas que ventajas reales.
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En conclusión, el ultrasonido no puede nunca sustituir el conocimiento anatómico y la práctica supervisada de un profesional. Su uso como diagnóstico o para detectar tratamientos previos y diagnosticar correctamente una complicación está bien aceptado e instaurado entre los profesionales de la Medicina Estética, así como también su uso para comparar eficiencia de tratamientos de rellenos de acido hialurónico como medio estandarizado. (Nikolis A et al, 2020; Grippaudo et al, 2011) Sin embargo, no existe un criterio unificado para recomendar su uso en simultáneo con la aplicación de rellenos dérmicos en procedimientos eco guiados. (Schelke et al, 2020).
Referencias bibliográficas:
1-Cral W. G. (2022). Ultrasonography and Facial Aesthetics. Aesthetic plastic surgery, 46(2), 999–1000.
Grippaudo, F. R., & Mattei, M. (2010). High-frequency sonography of temporary and permanent dermal fillers. Skin research and technology : official journal of International Society for Bioengineering and the Skin (ISBS) [and] International Society for Digital Imaging of Skin (ISDIS) [and] International Society for Skin Imaging (ISSI), 16(3), 265–269.
2-Grippaudo, F. R., & Mattei, M. (2011). The utility of high-frequency ultrasound in dermal filler evaluation. Annals of plastic surgery, 67(5), 469–473.
3-Wortsman X. (2015). Identification and Complications of Cosmetic Fillers: Sonography First. Journal of ultrasound in medicine : official journal of the American Institute of Ultrasound in Medicine, 34(7), 1163–1172.
4-Quezada-Gaón, N., & Wortsman, X. (2016). Ultrasound-guided hyaluronidase injection in cosmetic complications. Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology : JEADV, 30(10), e39–e40.
5-Desyatnikova S. (2022). Ultrasound-Guided Temple Filler Injection. Facial plastic surgery & aesthetic medicine, 24(6), 501–503.
6-Nikolis, A., Enright, K. M., Öhrlund, Å., Winlöf, P., & Cotofana, S. (2021). A randomized, split-face, double-blind, comparative study of the safety and efficacy of small- and large-particle hyaluronic acid fillers for the treatment of nasolabial folds. Journal of cosmetic dermatology, 20(5), 1450–1458.
7-Schelke, L. W., Cassuto, D., Velthuis, P., & Wortsman, X. (2020). Nomenclature proposal for the sonographic description and reporting of soft tissue fillers. Journal of cosmetic dermatology, 19(2), 282–288.
8-Habib, S. M., Schelke, L. W., & Velthuis, P. J. (2020). Management of dermal filler (vascular) complications using duplex ultrasound. Dermatologic therapy, 33(4), e13461.