Hablamos con la Dra. C. Alicia Tamayo, jefa de Cirugía Plástica y Caumatologia del Hospital Hermanos Ameijeiras, Cuba.
Aprovechando la estancia en Barcelona como docente para CEMEF22, nuestra coordinadora de estudios, la Dra. Paula Pifarré habla con la Dra. Alicia Tamayo Carbón sobre los avances en lipotransferencia facial con células madre.
La Dra. Tamayo es médico cirujano, especialista de I y II grado en Cirugía Plástica y Caumatología desde 2008, jefa del servicio de Cirugía Plástica y Caumatologia del Hospital Hermanos Ameijeiras (Cuba), además de docente e investigadora, con más de 70 artículos publicados en revistas nacionales e internacionales.
La Dra. Alicia Tamayo Carbón en EIMEC.
-Es un procedimiento quirúrgico, requiere un quirófano para ser realizada en condiciones de esterilidad. Es un trasplante de grasa autóloga: el propio sujeto es el donante y a su vez el receptor. Se obtiene grasa de una región anatómica donde sobra, preferiblemente la región infra umbilical, se procesa y se injerta. Es un trasplante, pero de mínimo acceso. Es un procedimiento seguro, no es invalidante, tiene mínimas incisiones y por tanto los pacientes se recuperan muy rápido.
-Estamos hablando específicamente de la lipotransferencia facial, porque lipotransferencia es cuando hacemos el injerto del tejido adiposo de una región del cuerpo a cualquier otra. En este caso nos estamos refiriendo a la cara, a rejuvenecimiento específicamente facial, aunque tiene múltiples indicaciones, pero sí cuando es facial, es un procedimiento ambulatorio.
-El tejido adiposo, es un órgano pero que tiene una estructura con su parénquima y su estroma. El parénquima lo componen los adipocitos, que son las células adiposas que aportan volumen. Si yo pretendo obtener volumen en la zona receptora, que en este caso sería la cara, entonces prácticamente no se procesa ese tejido, solo se obtiene, se decanta y se injerta a nivel facial. Pero junto con esos adipositos hay otro grupo celular gigantesco: está la fracción vascular estromal que está contenida en todo el tejido perivascular. Cuando éste tejido adiposo se emulsiona, se trasvasa y se fracturan los adipocitos, se logran desagregar todos estos elementos celulares. Es entonces cuando hablamos ya del nanoFat, que es terapia regenerativa porque es más rica en células madre derivadas del tejido adiposo.
Desde el punto de vista fisiológico se trata de un trasplante donde, se va a obtener el tejido adiposo de una zona y se va a colocar en otras donde se va a nutrir a expensas de la zona que los recibió. Se va a nutrir a expensas de los vasos sanguíneos que están en esas zonas receptoras. De echo de ahí dependen toda una serie de principios que hay que seguir para lograr la mayor sobrevida de ese injerto. Cuando se inyecta el nanofat, al no tener adipocitos, no aportan tanto volumen; sin embargo, sigue denominándose lipotransferencia porque el vehículo para colocar esas células madre en el nuevo sitio es precisamente el tejido adiposo, aunque esté emulsionado.
-También se pueden combinar. Cuando se enriquece este tejido adiposo que voy a colocar para volumen con esa emulsión rica en células madre, aumenta la sobrevida de ese tejido que estoy trasplantando; porque tiene un efecto antiapoptótico, antiinflamatorio, regenerativo y angiogénico. Todo eso hace que haya una mayor sobrevida del injerto.
«Nunca hay rechazo porque es autólogo, esa es una de las principales ventajas.»
-¿Me preguntabas ventajas? Es autólogo, es disponible. Casi todos tenemos una zona de tejido adiposo, en algún pacientes es más difícil encontrarla, pero todos tenemos una zona donante de tejido adiposo. Es accesible, o sea, de fácil acceso porque no implica entrar a alguna cavidad ya que se limita al tejido celular subcutáneo. Es moldeable, podemos moldear a la forma que queremos obtener, y es seguro. Es histocompatible y además es económico.
-Es una fuente inagotable, el organismo.
-De las dos maneras. Los pacientes que tienen conocimiento, que cada vez son más en la actualidad, buscan rejuvenecer sin cicatrices. Este estilo de ir a un cirujano plástico a hacerse grandes recepciones de piel ya no es la prioridad. Casi todos pretenden no llegar al envejecimiento, empiezan las terapias desde una edad muy precoz. Ya a partir de los 25 años, los pacientes quieren mantenerse jóvenes, entonces lo ideal es comenzar a colocar sus productos autólogos. La población se enriquece desde el punto de vista de conocimientos teóricos y la tendencia actual es a lo autólogo, no a lo sintético; que aunque tenga mucha calidad, no deja de ser un cuerpo extraño al que el organismo puede reaccionar.
También hay situaciones en que la lipotransferencia no es una elección, es una indicación, ¿por qué? porque hay personas que requieren demasiado volumen y entonces sería incompatible rellenar todo eso con otras sustancias como el ácido hialurónico, y es preferible hacer estos grandes rellenos con lipotransferencia. También hay personas que tienen una respuesta inmunológica por antecedentes de enfermedades. En esos casos es preferible colocar algo autólogo para no desencadenar una respuesta de auto-anticuerpos cuando hay un individuo que ya está sensibilizado por otra enfermedad.
-La cara tiene compartimentos grasos superficiales y profundos. Los profundos tienen a atrofiarse, además de que van perdiendo el soporte óseo que se reabsorbe también, unido a la flacidez de los ligamentos y a la pérdida de colágeno y elastina. Todo eso hace que vaya descendiendo la parte blanda que está por delante. Pero ¿qué pasa? Los que se atrofian son los profundos. Los compartimentos grasos superficiales se separan y descienden, pesan sobre la piel que ya ha perdido colágeno y elastina. Entonces es muy bueno recuperar el compartimento graso profundo para de esa manera, la relación contenido continente, que es piel y plano profundo, se compense y cuelgue menos todo. Se recupera ese vector negativo facial.
-La grasa se reabsorbe en un porcentaje. Nunca sobrevive el 100%. De hecho esta técnica se inició en el año 1913 para reconstrucciones faciales y quedó en desuso, porque no permanecían los resultados en el tiempo. Se ha retomado a partir del 2001, cuando se descubrió la presencia de células madre. Se han perfeccionado los principios de obtención, procesamiento e inyección de tejido adiposo, de forma tal que ha aumentado esa supervivencia. Ya se logra con seguridad un 50%. Cuando está asistido con células madre se puede llegar al 75%. Eso ya es un resultado excelente, al 100% no aspiramos. Ojalá se pudiera llegar a eso, de todos modos, lo que se conserva es permanente, a diferencia de otras sustancias que sí se reabsorben.
Generalmente la lipotransferencia se puede repetir hasta 3 veces. Se va sumando el efecto de relleno, no es para reemplazar lo que se colocó y que se reabsorbió, sino que el tejido que se coloca se integra a la zona receptora. Se convierte en una grasa estructural que si engordas aumenta y si adelgazas disminuye. Lo que se busca con repetir el proceso es seguir mejorando. Casi todos los pacientes buscan mejoría en la calidad de piel con el nanoFat, ya no tanto volumen sino la terapia regenerativa.
Se puede usar como un método primario, solo, para hacer rejuvenecimiento completo o lo puedes usar como un método complementario. Cuando haces una cirugía puedes asociarlo a la lipotransferencia y los resultados son mucho mejores.
-Con neuromoduladores sí, con Ácido Hialurónico (AH) en este caso no tendría sentido porque el efecto de relleno lo logro con la grasa. Pero pacientes que se han colocado AH, incluso cuando tienen alguna alteración como los cambios de coloración de la piel que se oscurece con alguna sustancia que se han inyectado previamente, pueden mejorar con la terapia regenerativa.
-Con la grasa hacemos bioestimulación al tener células madre. Por ejemplo se utiliza el Plasma Rico en Plaquetas (PRP) porque es rico en factores de crecimiento, en este caso tenemos el nanoFat, que es la emulsión de tejido adiposo (que son células madre), y hacemos el mismo procedimiento de bioestimulación. Igual que se utliza un dermapen con un bioestimulante o con PRP, podemos utilizar el nanoFat.
Se puede combinar con otros bioestimulantes, pero consideramos que no es necesario porque esto ya lo aporta la terapia regenerativa del nanoFat, ideal además porque es autóloga.
-Sí, ahora en estos momentos existen varias líneas de investigación, pero definitivamente sí. Igual que se utiliza el PRP para enriquecer, en todo el proceso angiogénico se utiliza en nanoFat. Está el dilema si colocarlo antes o en el mismo proceso de trasplante capilar, porque al aumentar la presión en la zona del injerto es fácil que se expulse el folículo piloso.
No tengo la experiencia en trasplante capilar pero se están haciendo investigaciones para decidir el momento más oportuno de su aplicación. Los efectos regenerativos sí están demostrados. Incluso el número de células madre que hay por paciente. Hay estudios por citometría del flujo donde se ha determinado el porcentaje según poblaciones de células madre mesenquimales o hematopoyéticas derivadas del tejido adiposo y se ha encontrado incluso más cantidad de células madre que en sangre periférica después de estimular la médula ósea. Tiene un potencial regenerativo increíble.
-Un problema es que los pacientes lo relacionan siempre con una cara gorda. Cuando se habla de lipotransferencia te dicen ‘Yo no quiero tener la cara gorda’, y no se trata de eso. Es reponer lo que falta, lo que se perdió.
Hay medicamentos como los antiretrovirales que provocan lipoatrofia facial, casos de pacientes muy atléticos que tienden a perder la grasa a nivel facial, incluso casos de traumas: hay accidentes que generan cicatrices con una pérdida de volumen. Casos de pacientes con lupus eritematoso que hacen paniculitis y eso provoca atrofia… en todos estos casos es ideal la lipotransferencia. Ya se han hecho muchas investigaciones y están publicadas, en la revista Elsevier.