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Rigurosidad científica, enseñanza basada en la práctica y una relación personalizada, donde trabajan de manera estrecha un docente, tres alumnos y tres pacientes modelo reales.
Así es la base del método One to One de la Escuela Internacional de Medicina Estética y Cirugía (EIMEC), que fue creado hace una década por las doctoras Zainela Laborde y Melvis Anaya, y por donde ya han pasado más de 2000 profesionales de todo el mundo.
Dirigido a médicos, odontólogos y personal de enfermería, el fin de todas las capacitaciones, cursos y posgrados es brindar formación de alto nivel. Sin embargo, son las horas y horas de práctica las que hacen la diferencia en el método EIMEC. Con más de 25 años dedicados a la medicina estética, Laborde y Anaya habían identificado la falta de experiencia y práctica real con la que las nuevas camadas de profesionales salían al ruedo, y se pusieron como objetivo revertir esa falencia. Como explica la doctora Paula Pifarré, coordinadora académica y de investigación de EIMEC, el método de la escuela toma como base la pirámide de aprendizaje de Dale, donde a través de la práctica real y cotidiana se fijan los conocimientos teóricos adquiridos. “Cuando uno aprende de esta manera, o lo que se conoce como el método learning by doing, es decir, poniendo en acción con las propias manos una técnica, se retiene hasta un 80% de lo aprendido”, sintetiza Pifarré.
Por otro lado, agrega la experta, en EIMEC se trabaja en grupos reducidos, lo que permite adaptar el nivel a cada uno de los estudiantes. “Si bien tenemos algunos cursos que son de uno o dos alumnos, el máximo es de tres participantes por grupo, con lo cual el docente puede estar cien por ciento pendiente del aprendizaje de cada uno de los estudiantes, con un abordaje constante desde el punto de vista práctico. Es decir, aprender haciendo”, insiste Pifarré.
La Dra. Napoleone impartiendo el posgrado práctico de medicina estética facial MEF.
El año pasado, y como parte de un crecimiento sostenido de la institución, EIMEC ha consolidado nuevos programas y convenios internacionales con países como Estados Unidos, Colombia y Argentina, y ha obtenido distintos reconocimientos, entre ellos la acreditación como centro europeo de calidad de la educación otorgado por EQAC (Comisión de Acreditación de la Calidad de la Educación), que permite otorgar créditos europeos a los programas formativos ECTS.
“La acreditación EQAC nos permite garantizar que los estándares de formación dentro de la institución son los que fija la Unión Europea, y estamos realmente muy satisfechos porque se trata de un proceso bastante complejo, en donde durante un período de unos seis meses se evalúan las instalaciones donde se va a dar la formación, el equipo docente, las acreditaciones y las sociedades a los que pertenecen todos los miembros de la institución -señala Pifarré-. Luego, se analizan cada uno de los planes de estudios en cuanto a las horas de formación, la metodología y los recursos didácticos y pedagógicos que se implementarán para hacer cada una de las capacitaciones, cursos, talleres y posgrados. Y todo, por supuesto, debe ajustarse a los estándares de formación de la Unión Europea”.
En una puntuación que va de 1 a 4, EIMEC ha conseguido acercarse a la nota más alta, lo que concede a la institución mantener esa acreditación por el período máximo otorgado, que es de cuatro años. ¿Qué significa contar con el aval de esta acreditación? “Que en lugar de necesitar una institución detrás para certificar la calidad de la formación, podemos directamente nosotros otorgar los créditos europeos -resume con orgullo Pifarré-. Es decir, que cualquier formación que un estudiante realice en EIMEC, y que cumpla con las 15 horas de formación requeridas y con 10 horas de aprendizaje, obtendrá su correspondiente crédito”.
Un ejemplo: por el posgrado experto, y de acuerdo con la cantidad de horas formativas, se obtienen 30 créditos europeos. “Nuestro curso de una semana, que son 40 horas de formación práctica más toda la formación teórica, equivale a cuatro créditos europeos. Y luego tenemos un convenio con CIDESID y la Universidad de Buenos Aires, que es un programa de seis meses que otorga seis créditos europeos -agrega Pifarré-. Además, EQAC tiene un convenio con Estados Unidos, con lo cual los créditos que certifica EIMEC -al estar acreditada como institución- también pueden homologarse en los Estados Unidos”.
Alumna del posgrado CEMEF23 con su diploma acreditativo.
En EIMEC trabaja un equipo mayoritariamente formado por médicos. Son un total de 22 profesionales de los cuales -dentro del área formativa- hay médicos estéticos que provienen originalmente de distintas especialidades. “Tenemos una cirujana cardiovascular, un médico de familia y varios médicos que han hecho acupuntura y que luego se han capacitado en medicina estética. Pero también hay un grupo de científicos que formamos parte del equipo docente, y además tenemos colaboradores que son docentes de la Universidad de Buenos Aires, en Argentina, colaboradores que son docentes de la Universidad Autónoma de Barcelona, colaboradores internacionales de Perú, de Brasil, de Chile”, reseña Pifarré, que es doctora en bioquímica y biología molecular.
Dentro del staff de EIMEC, la internacionalización enriquece el trabajo colaborativo, y es también esa diversidad del equipo docente -con doctores italianos, españoles, cubanos, brasileros, mexicanos, argentinos, de República Dominicana y Estados Unidos– un rasgo que impulsa a EIMEC a estar siempre a la vanguardia de las nuevas técnicas y tratamientos en medicina estética. Speakers internacionales y que representan a las grandes compañías y laboratorios del mercado también forman parte del team académico y docente.
Todos los años, unos 200 médicos y odontólogos latinoamericanos también se forman en EIMEC, y muchos de ellos se convierten en nombres de referencia no solo en su país sino también en la región. La lista es extensa, pero basta con algunos ejemplos como los doctores mexicanos Randall Herrero y Julieta Zárate, que hoy dirige su propia escuela de formación. “Dentro del staff está la doctora Beth Carrasco, en Colombia, una especialista súper potente y que se formó con nosotros. También la doctora Alicia Tamayo, de Cuba, jefa de Cirugía Estética del Hospital Hermanos Ameijeiras de La Habana”, añade Pifarré, y subraya una condición peculiar que define, quizá de manera transversal, no solo el trabajo docente sino de todos los profesionales que integran el plantel.
Alumnos en EIMEC.
“La generosidad de los docentes. Cuando un médico viene a formarse en EIMEC, no sólo adquiere conocimiento y suma horas de práctica, gana un tutor que estará apoyándolo siempre que lo necesite. Nuestra filosofía es la de compartir el conocimiento. No somos mezquinos con el saber. Cuando un médico llega a nuestras aulas, los docentes le enseñan todo lo que saben, no se guardan datos, ni trucos, ni detalles para que no sean más exitosos. Más bien todo lo contrario. Nos enorgullece que los profesionales que se formaron con nosotros destaquen. Nos encanta que sean el top top top de su país y que todos quieran imitarlos y seguir sus pasos. Eso significa que hemos sido generosos con el conocimiento. Una característica que no es tan fácil de encontrar en estos tiempos”.